August 25, 2021
Quizás el más prominente de todos los desordenes que afectan a caballos de carreras “está sangrando” o hemorragia pulmonar ejercicio-inducida (EIPH). Ahora sabemos, seguro, que la mayoría de los caballos de carreras sangrarán durante sus carreras. Muchos caballos sangran cada vez que emprenden ejercicio intenso, tal como competir con y breezing. También sabemos que la sangría puede ocurrir en situaciones con excepción de rociada o de la carrera de caballos. EIPH también se ha detectado en caballos tales como eventers, steeplechasers y potros de polo de tres días… entre otros. EIPH también se ha observado en los caballos de proyecto que tiraban de cargas pesadas. El un denominador común es ejercicio vigoroso.
Aunque EIPH se ha reconocido por más de 300 años, tenemos aún así más preguntas que respuestas cuando se trata de la causa y de la prevención de EIPH. La investigación en los 30 años más pasados ha vertido una cierta luz en porqué los caballos sangran durante ejercicio vigoroso… pero incluso no hay hoy consenso verdadero con respecto a la causa de EIPH.
¿Cómo tratamos y evitamos el sangrar? Es una tarea dura. En parte grande, está debido a la controversia referente a los efectos de mejora del rendimiento potenciales de la furosemida (Salix, conocido antes como Lasix), la droga administrada a los caballos de carreras que tienen una historia de la sangría. También, en muchos casos, el Salix no es la respuesta porque tiene una semivida corta.
¿Cómo común es EIPH???
Para contestar a esta pregunta, necesitamos definir cuáles es EIPH. Érase una vez, antes de que el advenimiento de endoscopios, un caballo fuera llamado un “sangrador” solamente cuando vertió sangre de su nariz después de una raza (epistaxis). Sin embargo, los estudios de la investigación han mostrado eso epistaxis ocurre en solamente un porcentaje extremadamente pequeño de los caballos de carreras que sangran realmente (1-2%).
Por lo tanto, si sangra se define como la presencia de sangre en la tráquea o la tráquea después de ejercicio duro, el porcentaje absolutamente de los cohetes afectados de los caballos. Este tipo de EIPH se ha referido como sangría “interna”. En este caso, el caballo sangra del pulmón, encima en de la tráquea y no fuera de la nariz.
¡En estudios de Standardbreds y de los pura sangre, donde estos caballos scoped 60-90 minutos después de competir con, la sangría fue detectada en 50-60% de caballos! ¡En los estudios donde los mismos caballos fueron examinados después de tres razas, el casi 90% sangrado en por lo menos una ocasión!!!
Otro indicador de la sangría es la presencia de un producto de descomposición rojo del glóbulo hemosiderina en macrófagos del pulmón. Éstos se detectan de un lavado alveolar del broncho (BAL) o del lavado traqueal, en los cuales una pequeña cantidad de líquido se coloca en el pulmón y después se dibuja hacia fuera para ser analizada, que esencialmente “lava” la pieza del pulmón. Los estudios han mostrado que encima el 90% todos los caballos de carreras tienen estos macrófagos hemosiderina-cargados en estas secreciones del pulmón, indicando que había un cierto grado de sangría que ha ocurrido en el pasado reciente.
También, es evidente que incluso los caballos de carreras jovenes experimentan un cierto grado de EIPH pronto después principio trabajo rápido. En general, la incidencia y la severidad del aumento que sangra con edad, debido a marcar con una cicatriz eso ocurre de combates anteriores con EIPH. Constante con esta sangría de la nariz es más frecuente en caballos más viejos.
Todo el esto nos dice que EIPH ocurre en la mayoría… si no todos, caballos de carreras. La severidad de la sangría variará probablemente grandemente entre los caballos pero aparece empeorar grandemente como la edad de los aumentos del caballo. Ha habido muy pocos estudios en los “caballos que sangraban” que realizaban el otro ejercicio intenso (eg. , el eventing o polo de tres días). En un estudio de los caballos a nivel superior del evento de tres días, el solamente cerca de 13% tenían pruebas de la sangría después de la fase a campo través de la competencia.
¿Puede EIPH alterar capacidad atlética?
EIPH causa una disminución del funcionamiento que compite con cuando un caballo sangra. Sin embargo, éste es otro de los problemas combativos que rodean EIPH. Recuerde que la mayoría de los caballos sangrarán hasta cierto punto durante el ejercicio vigoroso, de tal modo haciéndolo casi imposible arreglar los efectos de la sangría sobre competir con y funcionamiento. La furosemida se administra como pre-raza en la creencia que evitará el sangrar y permitirá que el caballo se realice en su mejor, de tal modo “tarde el terreno de juego” entre sangradores y no-sangradores en esa raza.
Algunos creen que la sangría suave tiene probablemente mínimo o ningún efecto sobre funcionamiento. Tendemos a discrepar. Usted intenta correr una carrera entonces entonces para pellizcar su nariz cerrada para el 1/8o pasado de la raza. Esa falta corta de oxígeno tomará algunas señales lejos de su tiempo, más niveles ácidos lácticos del aumento. Obviamente, la sangría severa empeoraría funcionamiento del ejercicio disminuyendo la absorción de oxígeno en el pulmón, que encoge el periodo de espacio en la vía aérea. También, la sangre podría inundar muchas de las vías aéreas que prevendrán el intercambio normal de dióxido del oxígeno y de carbono.
Los efectos a largo plazo de episodios que sangran repetidos sobre salud y la función del pulmón también deben ser considerados. Los investigadores han propuesto que EIPH contribuye al desarrollo de la enfermedad inflamatoria crónica de la vía aérea (CIAD), que es una condición que se asocia a una disminución del funcionamiento atlético.
La mayoría de los caballos que trabajan en la alta intensidad energética tienden a sangrar y los que hagan y sean sangradores requieren un programa especial de la gestión. Minimizando la exposición de su caballo para subrayar, los alergénicos, y el polvo y también la maximización de su nivel de aptitud para su trabajo le asegurarán que cada respiración que toman es tan sana como sea posible.
Referencia: TEXTRACTO DEL VETERINARIO DE ACOMA
